Allá dónde vaya, allá dónde mire, siempre habrá, fácilmente, gente más elevada, más evolucionada, más hermosa en todos los sentidos que yo; allá dónde vaya, allá dónde mire, siempre habrá , fácilmente, gente más hundida, más miserable, más fea en todos los sentidos que yo. Por eso la soberbia, y el complejo son síntomas claros de ignorancia.
Mi camino no es el tuyo. mi aprendizaje no es el tuyo, mi felicidad no roba la tuya, mi oportunidad de vivir no desmerece la tuya.
Yú, yo, no somos sino una oportunidad, un deber hacia uno mismo. Sólo en la individualidad se prepara uno para la compañía. No puedes dar si no tienes. Vivir es, ser consciente de la vida, tener consciencia de ella, ser consciente con ella.
Allá dónde mire, allá dónde vaya siempre habrá gente más rica, más poderosa que yo. Allá dónde mire, allá dónde vaya siempre habrá gente más pobre, que yo. Por eso la envidia y el odio son síntomas claros de ignorancia.
Mirar a través del corazón, con la conciencia limpia y serena, te hace ver, valorar y sentir que, estés donde estés, siempre estás en un hermoso y privilegiado lugar.
Y allá dónde mire, allá dónde vaya, si miro con el corazón limpio, con la mirada serena,con la humildad del sabio, cada brisa de aire, cada mota de polvo del camino,. cada suspiro, cada latido del mundo, es una oportunidad única, e irrepetible, una lucha constante con el tiempo para disfrutar de la experiencia, la simple, la más hermosa de la experiencias , la de sentirse uno con la creación.
Es, simplemente, tener consciencia de ser y estar aquí, en este momento , tu momento.
La vida es el milagro de apreciarla. Tú eres la oportunidad de la vida de recrearse en sí misma.
Hay quienes deniegan la posibilidad de vivir, haciéndo de la misma una oportunidad perdida, un derroche absurdo.
Basta abrir los ojos del espíritu, basta mirar con la humildad de los corazones limpios, para
descubrir a nuestro alrededor, en cualquier lugar donde miremos la presencia de Dios.
Todo tiene y está con sentido, a pesar de que el hecho del mismo se nos mantenga oculto a
nuestra limitada capacidad de entendimiento. Nos basta con sentir, nos basta con dar fe de la belleza, para que esta se convierta en parte de nuestra propia conciencia, de nuestro propio estado interior.
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