PANTALLA MUSICAL


 

viernes, 28 de enero de 2011

LAS CERTEZAS NO CIENTÍFICAS

Si algo me define y me ha definido, - probablemente ahora ande un poco más apagado en ese aspecto- , (cuestión del cansancio de la edad y otros menesteres vitales) si algo forma parte de mi forma de ser, es, – digo-,  la curiosidad.

Siempre anduvo mi mente,  ya desde muy niño, divagando, observando y buscando . Siempre fuí  por libre, y es que eso del pensar te hace ser un inepto para las cuestiones de lo cotidiano.

Abrir un  libro de algún tema que me interesase en ese momento era todo un abanico de sensaciones, emociones y placer intelectual.

Buscar un libro que pudiese resolverme alguna cuestión que me preocupara , era, sin duda alguna, una aventura inquietante y emocionante, que me enfrascaba y fascinaba.La soledad, que formó parte de mis circunstancias vitales, de mi “karma , de mi lección de vida, de mi aprendizaje  personal, lejos de ser una carga, se convirtió en la aliada perfecta.

Se llora en la soledad, es cierto, se añora en la soledad,  también lo es,  se echan en falta muchas cosas, pero, como ocurre en tantos otros aspectos, las grandes virtudes van acompañadas de grandes defectos, los viajes más hermosos ofrecen los mayores riesgos, las grandes aventuras son las más peligrosas…

Y la soledad fue mi mejor aventura, un arriesgado viaje al confín de uno mismo, un enfrentarme al peligro de encontrar mis respuestas a mi experiencia de vivir, el descubrimiento del verdadero mundo de las emociones y sentimientos.

Y todo proceso de búsqueda sincera, emotiva, y esencialmente  personal, te ofrece sus propios recursos. Cada vez que surgía ante mí un abismo, casi por arte de magia, aparecía inevitablemente, un puente misterioso y fantástico que me ayudaba a cruzar.

Cuando de repente llegó un momento en  que la soledad era dura, se apareció ante mí el puente de la música, y mi mundo se llenó de compañía, dulce, delicada, tierna, sensible y

melodiosa.  Aparecieron quiénes consideré mis amigos íntimoS, aquellos que lo eran desde el corazón y los sentimientos, que es el lenguaje de la soledad.

Y el amor, la esperanza, la alegría de vivir lo hermoso de la vida, el placer de saborear lo que mis sentidos me proveían desde el mundo circundante, se convirtió en una actividad frenética vital y esencialmente profundamente interior  y personal.

Todo tenía  un sentido diferente, un aspecto completamente distinto , al que captaban y veían los demás. 

Decía un  conocido millonario, que ahora que poseía su inmensa fortuna, tenía que reconocer que la parte de su vida más emocionante y hermosa, fue la del tiempo que luchó por llegar a tener lo que ahora tenía, no el hecho de tenerlo.

Sencillamente es así; la vida material te da lo que buscas, la espiritual te permite saborear

de todo lo conseguible de la vida, como si estuvieses  siempre en ese estado de lucha, que al igual que el millonario, en su afán de lograr su objetivo, le permitió vivir lo más hermoso y emocionante de la vida.

Es la búsqueda lo hermoso, es el desear lo que te emociona, es sentir l o que se convierte en elixir de vida, la razón, el verdadero placer de vivir. Y estar siempre en esa actitud interior es el estado de felicidad plena. Amar desde el silencio, ver desde lo más profundo del corazón, sentir desde las entrañas del alma…es sencillamente el más profundo de los secretos del mundo interior, el mayor de los regalos escondidos en la mina del alma.

Y ahí en ese fantástico reino interior del mundo del corazón sigue sonando mi música, siguen estando mis amigos del alma, que, aunque desparecidos del mundo de lo externo, de lo “conseguido”, siguen siendo presencia eterna, en su verdadera dimensión.

Amigos del alma que siguen sonando con toda su fuerza, que siguen provocándome, revolucionando mis sentimientos, amigos que encuentro entre las páginas de mis libros

releídos, imagen intemporal de mi mismo, que encuentro entre las páginas, también, de mi diario.

Busqué…y,  sencillamente,…encontré.  No se entiende por la mayoría, pero aún quedan poetas, aún quedan aventureros de sillón, aún suenan los violines, aún rasguean las guitarras al ritmo del amor…aún hay quienes, sencilla y humildemente…vivimos.                                                             072       

 

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miércoles, 26 de enero de 2011

EL DULCE OLOR DE LOS ALMENDROS EN FLOR

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LO SÉ, EL TIEMPO ME HA PASADO

Y es que no sólo de pan vive el hombre.  Me gusta enfrascarme en la labor de recorrer los laberintos interiores, me gusta sentarme al borde del camino, y haciéndome a un lado dejar pasar el tiempo, sin ser visto. Me gusta ser un mero espectador, me gusta tomarme conciencia  ,notar el pulso, sentir el ritmo de la sangre correr por mis venas.

Me gusta acallar las voces de fuera para sentir la voz interior, me gusta hurgar en las entrañas de mis pensamientos para encontrar el ritmo de la vida.

Busco las verdades, aquellas que me han hecho descubrir parte del sentido , las que me han hecho encontrar esa dicha y calma  frente a las adversidades.

Aprehender del silencio interior el conocimiento que encierra.

Me gusta mirarme en el espejo,  del alma, para comprenderme en mi verdadero significado, para deshacerme de las apariencias, de los engaños de los que todos nos vestimos. Me gusta verme así, desnudo, para recuperar el verdadero sentido de mí mismo.

Me gusta ponerme la lente de la humildad para observar  la vida con la claridad total que esto me proporciona.  Me desato los zapatos de lo superfluo, para sentir bajo mis pies el latido del suelo que piso, el verdadero tacto de la vida.

Amo desde el silencio, observo pausadamente, encuentro el sentido de lo que me rodea, a través de la mirada , y con el poder de la superioridad que me otorga la humildad, el saber del que sabe que no sabe nada, recorro el tiempo mío,  tranquilo y confiado, con el poder que me otorga saberme tan in significante y fugaz, tan débil, tan sensible, tan efímero y perecedero en el tiempo. Lleno el hueco que me ha sido otorgado, y sabiéndome así, tan débil, me siento  por ello, inmensamente protegido.

Saber que no sé nada, sentir que todo funciona sin mí, pero para mí, me da la serenidad  y confianza de ser partícipe de la obra del ingeniero perfecto, de ser hijo predilecto de la madre perfecta.

A un lado del camino observo, con los pies colgando en el abismo estrellado del universo interior, mientras a mis pies todo el espectáculo de la vida se me muestra como un perfecto regalo, mientras suena esto:

                                                              

martes, 25 de enero de 2011

NO ES QUE ME HAYA AUSENTADO…

Llevaba un tiempo sin hablarme, he de reconocerlo, y es que los dolores penas y ajetreos de lo cotidiano,

me han mantenido desconectado.  Pero me he escuchado, eso sí, que para eso siempre tengo un momento,

un  hueco de silencio, donde la música,, compañera  y aliada de mis sentidos y  elocuente  expresiva emisora

de mi compás interior  se convierte en el dulce eco de mis diálogos .

A  solas comparto con la vida la pasión de amarla profundamente. A  solas la amo, a solas la comparto conmigo

mismo,  a sabiendas de lo fugaz de la experiencia, de lo poco sutil de mis sentidos para entenderla.

A  solas me guía el dulce golpear del piano, que como escaleras me transportan a un sublime cielo, a sólas lloro

con las rasgadas y vibrantes notas de un romántico saxo tenor,  a sólas me balanceo con el impetuoso ritmo de la

guitarra eléctirica,  a sólas me acompañan los decididos toques de la batería.

Música es el lenguaje de lo humano que me hace sentir el  sonido creativo de la vida.

Amo la música, a solas, amo la vida … con música.

Dios  ¡qué hermoso es escuchar con el corazón , qué sutil y profundo es el lenguaje del alma!

Que suerte tengo,  sin duda,  de disfrutar de este precisoso don. Gracias.

Sólo con  cerrar los ojos para ver con la mirada interior, sólo con bajar las cortinas sonoras de lo cotidiano se puede alcanzar el estado sublime de comunicación  con el todo.

S

Hoy he podido hablarme, un  poquito, a sólas,  suavemente, en el lenguaje que no usa palabras, hoy he vuelto a encontrarme, un poquito, para sumirme en el eco de mis propios sueños. Hoy he vuelto a encontrarme para sentirme en plena compañía a través del sublime poder del encuentro. Hoy he vuelto a alimentar mi espíritu, a sólas, un ratito. Sencillamente, el poder de vivir.

martes, 18 de enero de 2011

sábado, 8 de enero de 2011

EL SONIDO DE LAS PALABRAS INTERIORES

Escribo lo que pienso, lo que me dicta el corazón, libre y espontáneamente. Me siento

sin argumentos, sin ideas premeditadas ó concebidas con antelación, frente a una hoja

de música, una partitura en blanco, donde con  el fondo musical de mis canciones y

melodías preferidas, aquellas, que componen mi discografía particular, y que son

el trasfondo musical de soledades, expreso de forma autómata, sencillamente,con los

argumentos del corazón, lo que me dicta el eco de mis miradas, el resultado de la visión

del viaje interior.

No pretendo nada, no busco nada, soy sólo el reflejo que tengo de mí mismo cuando me

miro en el espejo de mi lado interior-

Soy un  viajero de sí mismo, un buscador, un minero que escarba en la obscuridad 

intentando arañar, arrancar de las paredes del alma, los diamantes que la esencia ha colocado

en cada uno de nosotros.

Con la luz de mi candela musical, alumbro mi camino, en pos del encuentro de mí mismo.

Nada tan sencillo, nada tan frugal, nada tan desinteresado, sencillamente …la labor del ser.

jueves, 6 de enero de 2011

LA LIBERTAD DEL SER

He de reconocer que soy raro, que me muevo por derroteros extraños , pero no molesto a nadie, no estorbo.

Ando por mi tierra de soledades, es cierto, pero respeto al mundo.

Recorro  senderos interiores, aunque tengo, inevitablemente los pies en la tierra.  Invento mis historias, recorro el entorno circundante para recrearlo en el mío interior, a solas.

A  solas saboreo el sonido de mis melodías eternas, a solas  me recreo en mis estampas del pasado, a solas soy el niño de siempre,  a solas reinvento el mundo, a solas lo disfruto como el que más, sin  impedimentos, sin ataduras, sin prejuicios.

Cuánto más descubrí dentro de mí, más independiente me sentí de los demás, sin  orgullo ni soberbia, sólo,en  mi mundo.

Cuánto más sentí dentro de mí , más aprendí a amar  a los demás de manera más cierta, más profunda.

Huyo, es cierto, de festejos, no soy amigo de lisonjas y demás menesteres de sociedad, soy tímido empedernido, pero…además,  prefiero la libertad del ser.

No me gustan los moldes, me molestan los corsés, y eso, eso, inevitablemente se paga en lo social.

Me gusta ser feliz porque sí, independientemente de lo externo, de los convencionalismos sociales, de fiestas y  festejos anunciados, de falsas alegrías , de  propuestas de felicidad impuestas  por otros.

He de reconocer, sí, que soy raro, pero no molesto  a nadie, y en mi estilo personal, respeto como el que más, soy el más sociable de todos, amigo olvidado;  soy el más independiente, el más moderno de todos,  real y ciertamente, porque respeto y asimilo la condición de los demás.

Aplico y predico con el ejemplo la máxima de vida de respetar a los demás en su estilo y forma.

Amo la vida, la valoro,   acepto  y  asimilo con  la claridad de conciencia que he desarrollado en el mundo interior, en el arcón que la llave de la soledad me abrió . Me sé efímero, transeúnte  ocasional de la experiencia de vivir,  tengo asimilado que la soledad es la real    ocupación del ser  humano,  porque nos guste ó no,  lo tengamos descubierto ó asimilado,  -que eso es igual- es lo cierto.

Solos.  nacemos en compañía,  solos,  morimos en compañía.  Ambos procesos  inevitables son el modelo de nuestra vida, el resto es obra de nuestros espejismos, de nuestras historias inventadas,  –benditas sean por otro lado-  pero reconocer esa verdad fundamental,  asimilarla,  es indispensable para tomar verdadera conciencia de nosotros mismos, y curiosa y paradójicamente, estar profunda y realmente unido a todo y todos en la conciencia universal de la que somos parte.

Sonidos de tierra adentro de la soledad, el país de los sentimientos.

  A bordo del navío interior, los océanos a cruzar son serenos y armoniosos

mares musicales.

Suavemente me siento arropado , me abandono al ritmo de las olas

de blanca espuma musical.

Voces serenas resuenan como ecos del espíritu en lo más profundo de la noche

estrellada, en el viaje interior. La música es la meta del silencio del alma.

A bordo de mi personal navío, recorro las serenas voces del entorno interior,

los cálidos y plácidos dominios del encuentro con los sentimientos del alma.

Con los ojos cerrados escucho el verdadero sentir de mi corazón, y acompaso su latir

con el ritmo de mi música.