Prefiero, quiero…seguir intentando ver, sentir, con el corazón, con los ojos cerrados, en el silencio de mi música.
La música es el esperanto del corazón, es el idioma universal de los sentidos, es el eco de la vibración que crea el universo. Sentir la música es entablar una conversación con los sentimientos a través del corazón. Es la puerta abierta al amor, es disolverte en el vacío que todo lo llena, infinitud de emociones, es sentirte diferentemente igual al todo…sentir…sentir…sentir la música, es el eco de la dulzura en tu corazón.
Me refiero… me planteo, estas páginas, con , esencialmente, toda la humildad y sinceridad humanamente posibles, porque, no hay tras ellas ningún afán de nada, no persigo ningún fin que no sea yo mismo.
Soy yo quién las escribe, yo quién las lee, yo quién dialoga con el yo profundo que habita en cada uno de aquellos que han alcanzado el conocimiento, la sensibilidad , para conectar con la voz que susurra al oído del espíritu buscador.
Prefiero permanecer sumergido, prefiero permanecer en equilibrio sobre una base profunda, que andar sobre la superficie del engaño; prefiero, como el iceberg, flotar sereno sobre una parte profunda oculta de las apariencias, para permanecer estable en mí mismo, porque cuando la parte que conforma la apariencia, la ilusión de los menesteres humanos, el espejismo de lo auténtico, se supera a sí mismo, hace que vuelque toda la estructura, porque sólo puede permanecer estable, cuando la sostiene una base consistente y profunda.
Prefiero ser juez de mi propia vida, que fiscal de la de nadie. Prefiero apartar, apartarme de lo que y de quiénes empuercan el sendero, que perder el tiempo, enfrascado en limpiar el camino ajeno. Prefiero entretenerme en ser consciente de mí mismo, que preocupado de la historia de nadie. Ando rápido entre los terrenos baldíos, no me emperro en regar los terrenos de otro, porque no tengo tiempo sino de morir en el intento de encontrarme, en el intento inalcanzable, por ahora, de encontrar la sencilla razón de ser.
Prefiero permanecer en el anonimato que ser pasto del fuego de la fama, del boato, de las apariencias, porque no quiero perderme, no quiero ausentarme de mí mismo con máscaras, con falsos ropajes. No soy director de orquesta, sólo un sencillo músico que quiere hacer sonar las más hermosas notas con su propio instrumento, para escuchar en sí mismo la propia melodía.
Prefiero intentar resolver mi propio mundo que andar pregonando ser el salvador del mundo de los demás. Soy el Che Guevara de una revolución primigenia, fundamental y esencial, para alcanzar el valor de ser , soy soldado fiero en una batalla, profunda, conmigo mismo, porque es mi obligación, es la condición, es el deber con la propia vida, es el sentido que marca la condición de estar vivo, es la deuda con la propia vida, es la obligación de la dignidad personal, es el intento de encontrar el valor que realmente tenemos. Soy quién debe pulir la piedra, para convertirla en diamante.
Prefiero mirar que ser observado, prefiero escuchar que ser escuchado, prefiero permanecer absorto en un instante que correr hacia ningún lado, prefiero saberme que subirme al escenario para ser aplaudido, porque se que en definitiva, nada hay que quede, nada hay que permanezca, nada es real sino lo que habita en el corazón. Lo demás es humo, pura fábula de un cuento temporal.
Y camino, a sabiendas que el destino está aún lejos, inalcanzable en esta etapa, pero cierto y real. Prefiero plantearme esta aventura, que dirige mi corazón, que escaparme por los derroteros de lo efímero, aunque mi aventura pudiese parecer ingenua y engañosa. Mi brújula no miente, y si así fuese, si todo quedase en nada, la historia terminaría igual para todos. Qué mas da, pues, vivir engañados de una manera u otra , si al final todos hemos de morir en el empeño. Mi viaje es hermoso, la conciencia que lo guía serena y reconfortante…ver…oir, sentir los acordes del corazón acompasados con la melodía de mi apasionada música. Sólo por sentir así…merece la pena vivir, merece la pena vivir en el engaño de este ingenuo, humilde, aislado soñador. Música, luz. amor, candidez vital, pasión de ser, agradecimiento por serlo, la sencilla pasión de vivir…