Quisiera desprenderme de la piel del mundo, despojarme del vestido de plomo de los sentidos, para renacer, para poner al sol mi verdadero aspecto, mi esencia, el yo liberado de la mentira. Me gustaría dejar atrás, colgado del tiempo, el esqueleto de piel, yerto, vacío, carcelero de la libertad del ser.
Quisiera dejar atrás las visiones falsas de mis ojos, el tacto superflúo, el oído sordo a la esencia del fluir del eco de la vida, para renacer, cual ave fénix, como lo que soy , lo que hay detrás de mí, escudriñantes ojos tras la reja de la cárcel de la vida.
Quisiera despojarme del peso de los años, de las limitaciones de este sueño encerrado entre las fronteras de la mentira, para ser espíritu sútil, etéreo, pleno, libre, desgajado del fluir del tiempo, para volver a ser lo que fuí antes, lo que he de ser, por siempre, cruzar este trecho del río, rápido, para alcanzar la orilla del ser eterno.
Quisiera callar por siempre para ser melodía, para ser el eco de mi música, quisiera volver al camino cierto, para recorrer mundos ilimitados, sin límites, sin ataduras, siendo solo aire, solo luz, solo brisa y espuma. Quisiera apagar la luz, para ser luz de estrella en el infinito , mientras suena mi música, como nave que me transporta a bordo de su eco , eterno, infinito..quisiera…quisera ser yo mismo.
Cuando me olvido de la parte de abajo de mi cuerpo, esa que va desde la cintura al suelo, la sexualidad se convierte en sensualidad, cuando me olvido del cuerpo, y me concentro en el corazón espiritual la música es… amor. Es el aire que respiro. Cuando me olvido… cuando me olvido..solo música, solo sensualidad, plena, limpia, serena, felicidad del ser, consciencia de mí mismo. Música es plenitud, es respirar la vida, es abrir el frasco del perfume del sentir pleno, libre, perfecto. Música es…el aire que respiro.
Me gusta sumergirme, del lado del silencio, del lado de la serenidad, lejos de lo escandaloso, donde el fluir del aire en mis pulmones es un estruendoso río que se desparrama desde las alturas, me gusta sentarme al lado del silencio, donde la música serena, tranquila, suave y melodiosa, desparrama todo su caudal. Porque en lo sereno, en lo tranquilo hay un profundo mar de sensaciones y matices, que se pierden en la altura del ruido y lo chocante. Música serena, es plenitud de sensaciones, infinitos matices de sensaciones y emociones. Sentir así, es… música..cuando el sonido no va a las alturas, sino a las profundidades, infinitas, del corazón.
Porque la música es el lenguaje de la sensualidad, es fundirte con la propia vida, en un acto de recreación, es fundirte con ella en el más profundo éxtasis, donde el sonido de los violines, el lamento vibrante de los saxos, los pellizcos sonoros del piano..son las más profundas y hermosas caricias al corazón, es la mano serena, dulce, que te acaricia el alma.
schzzz…silencio suena la músic…