Yo pensaba entonces que si esta lista de prebendas estaban hechas en comparación con el resto de nuestra amada patria, que según nuestra madre Europa nos dice, tiene el mayor índice de corrupción política ( y ese parece ser el mayor problema de la Europa continental), de los menores porcentajes de preparación escolar entre los jóvenes…etc
Yo pensé entonces que siendo yo canario, me tocaba recapacitar sobre lo que soy, quién soy, lo que veo a diario, y debía hacerlo más allá de mi condición de hijo de esta hermosa y afortunada tierra . Porque no soy afiliado a nada ni a nadie, sino a mi simple condición de ser humano, a mi obligación eterna con la fortuna de ser, siempre, pese a todo y todos, un afortunado, a veces, muchas, tristes y dolorido, a veces, muchas, cansado, decepcionado, a veces, muchas, avergonzado por mí y por los demás, a veces, muchas, sorprendido y sorpresa, a veces …
Sí, no soy otra cosa que algo que una gran mayoría, perdida en su rumbo, ha olvidado, y es el punto iniciático del buscador: el hecho de que eres una obligación eterna contigo mismo. Hay muchos que ni siquiera tienen consciencia de esa verdad primigenia inherente al hecho de ser persona.
Este es el rincón del alma, de la mía, este es el rincón, el mío, mi confesionario, en el que soy el pecador y el ofendido, el maestro y el discípulo, sin otra obligación que no parta del hecho de ser consciencia y consciente de mi mismo.
Y miro, y veo, escucho, leo las noticias, las imágenes de guerras, de dictaduras, de hambres y miserias, de mafias y esclavitud, de falsos ídolos políticos y religiosos, fanáticos de sí mismos y de ideas manipuladoras, de absurdas riquezas, de vanidades y soberbia, de miseria personal, y me siento, me sé en la obligación íntima y personal de buscar, de encontrar ese rincón del alma donde me sé por encima de ese mundo absurdo.
Y entonces me lío la manta a la cabeza y miro hacia dentro, me cargo la mochila y parto rumbo al viaje interior, a través de los paisajes de mi tierra, porque pese a quién pese ese mi mundo es hermoso, mis valles y montañas, mi océano…el aire cargado de mar, mis cielos estrellados, y entonces, más allá de rones y peyas, de carnavales y festejos, más allá de romerías y copas, más allá de santos de madera,…me sé, me siento, pese a quién pese, hijo de esta hermosa tierra, agradecida en belleza. Me sé, me siento, agradezco ser lo que soy, sin vanidades, sin soberbias humanas, sereno , complacido y complaciente.
Y con mi corazón limpio y sereno, humilde, aparto la mirada de lo que me rodea, que no es sino el revés del calcetín, la cara sucia , y me maravillo de tantos héroes anónimos que han puesto en pie ideales y luchas valiosas, que han entregado su espíritu por llegar a tener lo que de bueno tenemos, enfrentándose a los designios, a las modas, a las ideas impuestas.
Héroes anónimo unos, reconocidos otros, que nos han abierto senda en lo material y en lo espiritual, esencial, fundamentalmente con su propia obra, su propia vida, su ejemplo.
Los hay...los hay, me repito consciente y alegremente, mientras suena la música, esa que siempre me acompaña en mis momentos de puro placer emocional. Me sé, me siento, me juzgo esencialmente a mí mismo, nada más me importa que mi obra personal interior…
SOY…¡qué más!. No soy intelectual…soy corazón . No soy poeta, soy poesía…soy, ¡qué más!…un agradecido a los que me permiten, me dejan expresarme con el corazón desde esta página perdida, desde este rincón de miradas, de impresiones, de sentimientos, de conversaciones conmigo mismo, sin afanes, sin pretensiones, sin necesidades, sin propósito, con el deseo de no hacer daño, de no faltar, de dar las gracias con el corazón, así…soy…qué más.
Nota: Las Palmas de Gran Canaria, 8-4-2014, (4.35 de la madrugada)
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