DE MIS MIRADAS E IMPRESIONES

 Pues sí; reconozco que soy raro, que por fuera soy un "viejo" cansado y mermado en sus facultades físicas , pero que sigo siendo ese niño que se entusiasma por las pequeñas cosas, cómo si las descubriera por primera vez. Cosas que a la mayoría de la gente les pasa desapercibida ó no prestan atención porque, sencillamente carecen de importancia para ellos. Cosas que no dan fama, no producen beneficios y que sólo tienen valor para uno mismo, para ese pobre que tiene , eso sí, la inmensa fortuna de ser feliz con esas cosas pequeñas, pero que no dejan de ser una maravilla para el que es capaz de "sintonizar" con humilde agradecimiento con el devenir íntimo y primario de la vidaCuando me siento a observar a los pajarillos a cierta distancia y presto atención a sus ocupaciones, sus quehaceres, parece detenerse el tiempo. Cuando les miro y noto que me miran igual de sorprendidos que yo, en esa soledad íntima, complaciente, dejo de ser yo, el yo individual, para desligarme de las fronteras que me conforman y disolverme en lo etéreo del pensamiento que es la vida. Y entonces me sé parte de esa unidad que todo contiene, el pensamiento infinito e intemporal de lo creado. Eso es Dios, ahí está , pensamiento puro y eterno. Nada más hay afuera del todo. Es la esencia del ser, el fundamento del yo. Nada fuera, todo adentro, porque disolverte en ese todo es convertirte en el todo, sin fronteras, sin límites. Es sentir que vives en en sueño del que formas parte, en un pensamiento que se hace tuyo, conscientemente. No hay otra verdad, no hay otro Dios, sino que ese que encuentras cuando, voluntariamente, abres las puertas y ventanas interiores para percibirlo cuando reniegas y escapas de los pensamientos racionales de la inquisidora y engañosa mente. Tú y el todo en una sola unidad.